Ensalada de manzana y pollo

Una ensalada exquisita que podéis utilizar como primer plato, como plato único en época de cuidarse e incluso para sándwich.

Esta ensalada, en esta casa se hace frecuentemente y es muy agradable sobre todo como cena y plato único.

El origen de esta ensalada -no la he tomado en ningún restaurante-, fue un día que nos invitó vuestra tía Lala a cenar o comer -no recuerdo- en su casa de la calle de Los Artistas. Eramos muy jóvenes -solo habías nacido tú, Belén o ni siquiera-; si se que nos dio esta ensalada o similar y una Quiche Lorraine. Cenamos o comimos  divinamente y lo pasamos genial, era una buena conversadora.

Ahora parece que esta ensalada es mía, bueno puede ser, pero recuerdo de donde la saque.

Ingredientes:

-   1 ó 2 pechugas de pollo -esta vez el pollo era de corral-

-   1/2 lechuga romana 

-   2 manzanas Granny Smith -son las más adecuadas por su acidez para ensaladas y porque se oxidan más        lentas que otras variedades de manzanas-

-   8 aceitunas negras sin hueso -opcional-

-   2 cucharadas espléndidas de mahonesa
-   sal y pimienta negra molida

Realización:

En primer lugar se pone la pechuga de pollo a cocer en agua y un punto de sal para que de tiempo a que se enfríe. Es más, puedes utilizar restos de pollo que te hayan sobrado, por ejemplo de un pollo asado, eliminando bien la grasa y la piel; la original u la que más me gusta es de pollo cocido, es más natural.

Una vez cocido, se parte en trozos no muy grandes con la mano, de forma que quede como deshilachada -se une mejor con el resto de los ingredientes-, si lo partes con cuchillo o tijera queda más apelmazado.

La lechuga se lava bien, se seca y se parte pequeñita. La manzana se parte en cuadraditos pequeños. Y si vas a añadir las aceitunas , estas se parten en rodajitas.

Se une todo en una ensaladera, salpimentándolo suavemente,

se añade la mahonesa y se mueve todo bien para que se mezclen todos los ingredientes.

Lista para comer